Salud cognitiva: ¿cómo estimular el cerebro?
Salud cognitiva: 152 millones de personas afectadas de aquí a 2050
El envejecimiento es el producto de un amplio abanico de daños moleculares y celulares que se van produciendo a lo lago del tiempo1. Tal como ocurre con los otros órganos del cuerpo humano, el cerebro cambia con la edad, tanto en su estructura como en su habilidad para realizar todas sus diversas funciones 2. La frecuencia de las alteraciones cognitivas, agrupadas generalmente bajo el término de demencia, aumenta conforme se va entrando en años1, aunque es muy variable de una persona a otra.
La demencia se manifiesta a través de la degradación de la memoria, el razonamiento, el comportamiento y la aptitud para realizar las actividades diarias3 . Según las previsiones, el número total de personas afectadas por la demencia a escala mundial alcanzará los 82 millones en 2030, y los 152 millones de cara a 20505. En la actualidad se estima que entre un 5 y un 8% de las personas de 60 años o más padecen demencia en un momento dado3.
La enfermedad de Alzheimer es la forma más generalizada de demencia padecida por los ancianos, con una prevalencia de un 4,4 % en las personas de más de 65 años. Se trata de una enfermedad que afecta la función cognitiva, el humor y el comportamiento4.
Envejecer mejor gracias a la alimentación
Envejecer mejor pasa sobre todo por una alimentación equilibrada, que responda a las necesidades nutricionales específicas del organismo. En efecto, la alimentación aporta un conjunto de nutrientes indispensables para el buen funcionamiento del cerebro, lo que permite retrasar el envejecimiento5.
Los ácidos grasos omega 3 de cadena larga, los ácidos eicosapentaenoicos (EPA) (enlace al artículo sobre los omega 3) y los docosahexaenoicos (DHA), proceden esencialmente del consumo de pescado y productos del mar, ya que su síntesis natural por el organismo es muy reducida. El DHA es un componente esencial de las neuronas, que facilita la transmisión de mensajes5.
Algunos estudios han demostrado que existe una relación positiva entre la dieta mediterránea y la prevención del Alzheimer6 . Uno de ellos pone de manifiesto la correlación entre la mejora de la memoria y el suplemento de aceite extra virgen, o el aceite de nuez7. Y es que se puede decir que los suplementos vitamínicos o alimenticios pueden tener efectos positivos en la cognición.
Estimule su salud cerebral mediante una actividad física o social
Otras publicaciones han demostrado que existe una relación entre la aparición de trastornos cognitivos y factores de riesgo relacionados con el modo de vida como el sedentarismo, el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol3.
A una edad avanzada, los ejercicios destinados a mantener la masa muscular, junto con una buena alimentación, pueden ayudar a preservar las funciones cognitivas. Así, por ejemplo, la actividad física permite mantener la movilidad y la independencia personal6. A su vez, las interacciones sociales también pueden contribuir a prevenir el deterioro cognitivo. Además, dichas interacciones, en la medida en que incitan a la actividad física, también permiten resguardar la calidad del sueño y, por tanto, consolidar la memoria y eliminar las toxinas del cerebro8 .
Ahora bien, también existen otros factores, y los primeros años de vida pueden resultar determinantes. Así, el nivel educativo y el hecho de vivir en un entorno estimulante son dos parámetros asociados con la aparición más tardía de los trastornos cognitivos. El entrenamiento cognitivo, como el aprendizaje de idiomas, los juegos o las actividades sociales ayudan asimismo a desacelerar el proceso.
En resumen, hay que apostar por la alimentación, la actividad física y la estimulación a través del juego para hacer trabajar la memoria y ralentizar así la aparición de trastornos cognitivos.
1. Agencia Francesa de Seguridad Sanitaria de los Alimentos (AFSSA), Aportes nutricionales recomendados para la población francesa, 2009, página 315
2. Instituto Nacional de Salud Pública de Quebec, La salud cognitiva, un nuevo objetivo para envejecer de forma saludable, noviembre de 2017, página 15
3. OMS, principales hechos sobre la demencia,
12 de diciembre de 2017
4. Simon C. Dyall, Long-chain omega-3 fatty acids and the brain: a review of the independent and shared effects of EPA, DPA and DHA, Frontiers in Aging Neuroscience, 21 April 2015
5. Catherine Esnouf, Jean Fioramonti, Bruno Laurioux, L’alimentation à découvert (La alimentación al descubierto) CNRS éditions, 2015, página 180-181 v
6. Instituto Nacional de Salud Pública de Quebec, La salud cognitiva, un nuevo objetivo para envejecer de forma saludable, noviembre de 2017, página 22v
7. Damien Mascret, Le déclin cognitif ralenti par une alimentation saine (Desaceleración del declive cognitivo gracias a una alimentación sana), Mayo de 2015
8. OMS, el envejecimiento y la salud, datos clave, febrero 20189. Instituto Nacional de Salud Pública de Quebec, La salud cognitiva, un nuevo objetivo para envejecer de forma saludable, noviembre de 2017, página 23