3 BUENOS PROPÓSITOS PARA COMENZAR EL AÑO CON BUENA SALUD
Las fiestas y los excesos de fin de año suelen dar lugar a los buenos propósitos.
Innovación y originalidad
Dejar de lado la rutina y descubrir nuevos sabores: para evitar la monotonía y no perder las ganas de cocinar, (re)descubrir verduras dejadas de lado como las curcubitáceas puede ser una excelente manera de volver a adoptar sabores y modos de cocción olvidados. En puré, pastel, trituradas o como base de la masa del gofre, o incluso fritas: las opciones son muy variadas. Sólo 16 especies (de las 825 existentes) suelen llegar a la mesa. Además, las olvidadas curcubitáceas, raíces y oleaginosas son ricas en vitaminas y antioxidantes como el betacaroteno o la vitamina C2. Se trata de moléculas que participan en la protección contra lesiones y el envejecimiento ocular1 (ver artículo sobre el envejecimiento ocular).
Comer 5 frutas y verduras al día… ¡y a moverse!
Integrar 30 minutos de actividad física en la rutina diaria no sólo permite sentirse en mejor forma y de mejor humor, sino también defender el organismo del envejecimiento celular. Existen consejos sencillos para hacer de esos 30 minutos un momento útil y agradable:
- Comenzar el día estirando el cuerpo bajo la ducha.
- Evitar utilizar el coche siempre que se pueda ir caminando, por ejemplo a comprar el pan o el periódico.
- Bajar del autobús, metro o tranvía una parada antes, para caminar más y tomar el aire.
- Preferir las escaleras al ascensor o a las escaleras mecánicas, para hacer trabajar los músculos.
- Caminar sobre una línea recta a lo largo de 8-10 metros para ejercitar el equilibrio.
- Realizar una decena de flexiones (con los brazos extendidos y la espalda bien recta), doblando las rodillas, mientras se mira una película o serie.
Desconectar de las pantallas
Otras publicaciones han demostrado que existe una relación entre la aparición de trastornos cognitivos y factores de riesgo relacionados con el estilo de vida, como el sedentarismo, el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol2.
Reducir el tiempo que se pasa delante de una pantalla y ajustar su luminosidad permite ralentizar el envejecimiento y la sequedad oculares3. De hecho, los estudios demuestran que la luz azul que desprenden las pantallas tiene un impacto en el deterioro de la retina, pudiendo conducir a la degeneración macular y a la pérdida de visión4.
También se ha demostrado que estos rayos azules activan los receptores de la retina y favorece el insomnio. A la hora de ir a dormir, estas señales luminosas perturban el reloj biológico5, enviando al cerebro un mensaje incorrecto: todavía es de día.
Así pues, es preferible leer un libro que un ebook (aunque esté en modo “noche”, también emiten luz azul) y minimizar el tiempo que se pasa delante de una pantalla durante el día.
1. Encuesta Toluna (para Newpharma). Diciembre de 2017
2. Helen M Rasmussen, Elizabeth J Johnson. Nutrients for the aging eye. Clinical Interventions in Aging. 19 de junio de 2013
3. La guía alimentaria para todos. Programa Nacional de Nutrición Sanitaria. Septiembre de 2002 (lema de la campaña PNNS 2007)
4. Planète santé. Síndrome de la sequedad ocular: trabajar con pantallas suele ser la causa. >> Leer el artículo. Actualizado el 08/08/2014. Consultado el 14 de diciembre de 2018
5. Kasun Ratnayake, John L. Payton, O. Harshana Lakmal & Ajith Karunarathne. Blue light excited retinal intercepts cellular signaling. 05 de julio de 2018
6. Sciences et avenir. La luz azul en las pantallas provoca la autodestrucciónde la retina. >> Leer el artículo Actualizado el 21/08/2018. Consultado el 18 de diciembre de 2018.
7. Inserm insomnie. >> Leer el artículo Consultado el 14 de diciembre de 2018